John Ruskin (1819-1990), fue un reputado acuarelista, esteticista y escritor de gran influencia en la opinión pública de su época.
Desde
muy pequeño tenía amplios conocimientos sobre las ciencias naturales, el
dibujo, la música y los textos bíblicos; complementó su educación con los
viajes que realizó al lado de su padre por Gran Bretaña y el continente. Tuvo
la oportunidad de apreciar hermosos paisajes y obras de arte que le sirvieron
para inspiración para que despertara su sensibilidad artística y poética.
Las principales Obras de Ruskin abarcan dos grandes grupos, las que tienen que ver con el arte y las que versan con ética social.
Su
amor era exclusivo hacia el arte medieval, tenía un afán y era que el arte
fuese sincero, decía que la obra buena es esencialmente moral, así como el arte
malo es no sincero e inmoral.
Decía
también que el arte no es un pasatiempo para ricos ni desatendidos, sino que le
importaba profunda y ampliamente a toda la humanidad.
Ruskin
también estaba interesado en la sociología, tanto que abogó por reformas y
medidas, que tiempo después pasaron a formar parte de todos los partidos
políticos de la época, sus ideas eran:
-Casas
higiénicas para los obreros, pensiones para la vejez y el plan nacional de
educación con escuelas y colegios para todos y re-valorización, así como la
significación del trabajo moral.
Es
importante señalar que Ruskin estaba firmemente en contra de la revolución
Industrial, ya que contrastaba con sus ideas.
“Las
siete lámparas de la arquitectura” fue escrita en 1849, cuando Ruskin tenía 30
años. En ella, el autor pretendió influir en los constructores de su tiempo para
lograr ciertos resultados bellos, sinceros, prácticos y desacostumbrados.
Lo
ético y lo social junto con lo artístico (siempre) es la posición constante de
Ruskin.
En
su obra también subordina estética y moral.
Las
siete lámparas de la arquitectura son:
1- LA LÁMPARA DEL
SACRIFICIO:
La
arquitectura es el arte que dispone y adorna a los edificios.
”
Esta lámpara ha de iluminar el esfuerzo extremo empleado en la construcción de
elaborados ornamentos que importa en la arquitectura más aún que el resultado
final”
2-.
LA LÁMPARA DE LA VERDAD:
 |
| Los manantiales. Félix Candela |
“Los de tipo estructural, donde la estructura no cumple su función; y los de la textura, donde los materiales pueden aparentar ser otros ni donde los ornamentos se construyeron con moldes.
3-. LA LÁMPARA DEL PODER: Hay dos tipos de edificios que impresionan:
Los delicados, a los que se les recuerda por la suavidad de sus líneas; o los que nos hacen sentir pequeños porque son imponentes en escala, y se recuerdan con respeto. Ambos pueden ser bellos; pero los que imponen su fuerza son los que dan poder.
 |
| Villa Savoya |
 |
| Pirámides de egipto |
4-. LÁMPARA DE LA BELLEZA:
Para
Ruskin, la belleza ya existe en la naturaleza, por lo tanto:
El
hombre solo tiene que descibrir el orden que proporciona la bellezam,
abstraerlo y itulizarlo para la arquitectura, para sus edificios y
construcciones.
Es
la lámpara que proporciona la abstracción y la proporción.
La
visión de la obra como un todo, es el concepto global de un edificio es lo más
importante en la arquitectura.
Perderse
en el detalle puede ser muy peligroso. Hay
que hacer que los detalles funcionen como conjunto: diseñando los detalles como
unidad total.
6-.
LÁMPARA DE LA HUMILDAD (y obediencia):
No
se debe intervenir en un edificio ya iniciado por otro, sin tomar en cuenta lo
que se hizo al principio.
7-.
LÁMPARA DE LA MEMORIA:
“La
arquitectura es el medio ideal para transmitir la cultura de un pueblo, por lo
que es la más poderosa de todas las artes”.
Las
otras artes no hacen esto porque quedan guardados en casas o museos y no
muestran, de manera cotidiana el devenir de la cultura del pueblo.
 |
| Zigurat de Ur |
Llego
a la conclusión que a Ruskin le importaba mucho conservar la belleza y la
esencia de las construcciones.
Toma
en cuenta la sinceridad, simplicidad, amor a la obra propia actual y a respeta la
obra pasada.
Me
gusta mucho su forma de pensar, es un hombre demasiado inteligente.
Bibliografía:
No hay comentarios:
Publicar un comentario